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Metal- Hellsinger – Análisis

Los juegos de disparos en primera son un género que se las ha apañado para mantenerse fresco y relevante durante varias décadas, algo que no muchos pueden decir. Incluso Doom, una de las sagas con la fórmula más «pura», sigue siendo uno de los shooters más divertidos de jugar hoy en día. Pero ¿y si le diésemos una pequeña vuelta a la fórmula para ofrecer algo nuevo? Esa es la propuesta de Metal: Hellsinger, que coge la propuesta de id Software y la reimagina como juego de ritmo.Come from Online Betting Site

Recorrer el infierno para recuperar nuestra voz…

Metal: Hellsinger es un juego de ritmo mezclado con juego de disparos en primera persona, diseñado en torno a la fórmula clásica de diferentes arenas en sucesión, donde nos esperan multitud de enemigos que tendremos que derrotar para poder progresar. Cualquiera que haya jugado a los Doom actuales sabe perfectamente a lo que se enfrenta, ya que incluso mantiene algunas mecánicas de estos, como las ejecuciones cuando debilitamos a un enemigo. Pero, como decimos, hay un pequeño gran cambio: la música.

Si habéis jugado a Crypt of the Necrodancer o, incluso mejor, a Pistol Whip, entenderéis mejor qué propone este título. La idea es disparar, recargar, esquivar, ejecutar… al ritmo de la música. Alrededor de nuestra mirilla, unos indicadores marcan el ritmo y, si hacemos la acción que sea en el momento adecuado, iremos subiendo nuestra racha de notas acertadas. Cuando el multiplicador llega a x16, se activa la pista de voz de la canción, que cuenta con artistas de primera línea que comentaremos más abajo.

Es un cambio muy, muy simple, pero que cambia por completo la manera de jugar. De hecho, hemos tardado un buen rato en adaptar nuestro cerebro ya que, por defecto, tendemos a disparar en cuanto tenemos al enemigo a tiro, y no cuando le venga mejor a la música. Aun así, nos parece un cambio genial, que tiene incluso un pequeño elemento de estrategia a la hora de esquivar o posicionarnos en el mapa, o incluso el arma que usamos. No sólo tienen diferentes ritmos, sino diferentes tiempos de recarga o diferentes propósitos. Por ejemplo, una de ellas es muy débil, pero nos sirve para mantener la racha simplemente disparando, por lo que podemos usarla entre arenas o cuando no tenemos ningún enemigo cerca.

Todo está muy, muy bien diseñado, volviéndose un muy adictivo incluso aunque no nos piquemos con las puntuaciones; algo difícil ya que las tablas de clasificación aparecen en cuanto terminamos un nivel. Aparte, hay un montón de enemigos que requieren diferentes acercamientos, aunque nos ha decepcionado un poco la escasez de variedad en los jefes, que varían más por los escenarios en los que los combatimos que por su diseño como tal. Incluso así, la curva de dificultad está muy bien diseñada, haciendo que estos desafíos sean siempre interesantes. Por último, en lo jugable, hay que destacar que cada escenario principal cuenta con tres desafíos que, a su vez, cuentan con tres objetivos y que, si los completamos, desbloquearemos mejoras para nuestra protagonista.

…acompañados por las mejores voces

Una de los aspectos más interesantes de Metal: Hellsinger es, sin duda, su banda sonora. En ella colaboran vocalistas como Serj Tankian (System of a Down), Matt Heafy (Trivium), Mikael Stanne (Dark Tranquillity y, más recientemente, The Halo Effect, con el resto de los ex In Flames), Randy Blythe (Lamb of God), Alissa White-Gluz (Arch Enemy), Björn Strid (Soilwork) y Tatiana Shmailyuk (Jinjer), de ahí que la recompensa por alcanzar y mantener el multiplicador x16 sea matar demonios al ritmo de sus voces. Creemos que, si eres de los que disfruta el metal todo el año y no sólo cuando sale un Doom nuevo, vas a disfrutar Metal: Hellsinger todavía más.

Aparte de lo musical, que es fantástico, lo sonoro se ve complementado por los que parecen ser los dos únicos actores de doblaje disponibles en la industria, Troy Baker and Jennifer Hale. Por desgracia, no tenemos voces en castellano, pero sí subtítulos. No podemos dejar de comentar lo visual, muy sólido y, a veces, sorprendente. Aunque los escenarios son más discretos y tienen más altibajos, los personajes nos han gustado mucho, muy cuidados y detallados, e incluso muy bien diseñados para representar su rol en el combate y su estilo de lucha.

En lo que respecta a la optimización, hemos decidido jugarlo en Steam Deck para ver cuán flexible es, y nos ha sorprendido positivamente. Tras trastear un poco, y combinando opciones que iban desde alto a bajo, pudimos jugar a 40 imágenes por segundo casi perfectamente estables, con la ventaja adicional de tener virtualmente cero latencia y de poder usar el giroscopio. Las pantallas que veis en este texto son del ordenador portátil de Valve.

Hora de volver a los infiernos

El primer contacto con Metal: Hellsinger nos ha derretido el cerebro, pero cuando hemos aprendido a jugar bien –os avisamos, tiene mucha más profundidad de la que pueda aparentar– nos lo hemos pasado genial. Es una mezcla hecha con mucho talento, que ofrece una propuesta aparentemente sencilla y muy adictiva que, creemos, van a disfrutar mucho los amantes del género y, sobre todo, los que disfruten con juegos musicales y el metal. A poco que os interese, dadle una buena oportunidad (está en Game Pass) y no os frustréis si no le pilláis el truco a la primera, que Metal: Hellsinger guarda mucha diversión tan pronto como el ritmo empiece a correr por nuestras venas.

Hemos realizado este análisis en Steam Deck con un código de descarga proporcionado por Best Vision PR.